_____________________________________

Disfruto de esta bella Vida, pregonando su simpleza y aferrándome a Ella cada día, tanto de ésta como de las que he pasado y de las que, seguramente seguiré viviendo..pues hay un alma en pena y un cuerpo vagando juntos sin intenciones de dejarla aun.

_____________________________________
Mostrando entradas con la etiqueta Cuento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cuento. Mostrar todas las entradas

Un día de caza

Un día de caza


Claus aguardaba feliz el retorno de su Viejo, quien hoy andaba de compras en el pueblo.

¡Apenas llegase se irían de caza!

Las hondas de ambos esperaban ya preparadas y dispuestas, cada una con su manojo de piedras cuidadosamente elegidas durante la mañana mientras, acompañado de su prima Ali, se habían encargado de sacar a pastar las vacas junto a los terneros tras la ordeña madrugadora junto a su Viejita.

Había sido una mañana singular. Mientras arreaban el ganado por la pradera, tropezó más de la cuenta, pero en cada tropiezo, encontró mínimo 2 piedrecillas que, según las características, eran las idóneas para la honda, no sin empujones de Ali, a quien le parecían una verdadera estupidez, pues sabía el uso que les esperaba. El regreso, vacilante, metiendo los pies de charco en charco, se debió en gran parte a los bolsillos sobrepasados de aquellas preciadas piedras.

Un ternero casi lo corneó, sino salta de un brinco sobre el canal para ponerse a salvo. La persecución, como cada día, pronto cambó de victima y el desatinado ternero emprendió su huida, todo ello acompañado de un reír y reír por todo lo que corrieron. Ali casi sufre un imprevisto de tanta carcajada y hubo de separarse un rato entre los matorrales.
Aquel ternero, era su preferido, justamente por eso. Siempre lo amenazaba indómito, mientras su madre, una vaca regordeta, miraba con orgullo el crecer vigoroso de su retoño, su futuro hijo Toro y las energías que gastaba con aquel humano alegre. Ali, se limitaba a recoger flores algo secas para adornar algún florero.

Ya eran cerca de las 12 del día...aun no regresaba. De seguro la compra fue más grande de lo acostumbrada.

Recordaba al última noche pescando solos con su Viejo y en medio del silencio, de un suave viento que los acompañaba; se lo había prometido. Tras su segunda pesca de 2 sabrosas truchas y en un mismo día, mañana irían a cazar ambos tórtolas y codornices. Era feliz, aunque casi se había dormido en 3 oportunidades, porque el regreso a casa fue triunfal, y los esperaban con el fuego listo para asarlas. Aunque no eran de su gusto, sabrosas sabían para todos, y ante ello ése era el mejor y mas valioso premio. Era todo un héroe y se dormiría en una nube de éxito, luego que su Viejita les contara alguna que otra leyenda campestre, y más de algún primo no quisiera irse a dormir por temor a pesadillas, en medio de las carcajadas de todos.

Jugando de aquí para allá, de allá para acá, sintieron el rechinar del bus, su parada en el polvoriento camino y salieron todos corriendo a recibir al Viejo.

¡Que alegría! Dulces para cada uno y lo mas importante del día...se acercaba la hora para salir de caza juntos.

Vamos Claus, déjalo descansar un ratito mientras guardamos las cosas –le decían al unísono.

Pero el Viejo y sabio abuelo, lo levantó en ancas, miró a los demás asintiendo y de paso dejando abierta la puerta a que los acompañaran. Salieron todos. Claus al frente, aperado de las municiones y su honda en el bolsillo trasero.
Ali intentando ir a su lado, después de todo, era su primo mayor. Los demás, tras el Abuelo, firmes, casi marchando. Algunos provistos de ramas, otros solo jugueteando.



¡Ahí, ahí quedó la primera trampa, Tata! Así es, hijo –respondía el querido Viejo. Vamos despacio, que algunas no entran del todo e inteligentes se comen la carnada a un lado.

El resto, todos en silencio. Casi escondiéndose, pisando levemente el pasto, evitando correr y mirando al frente cómo Claus y el Abuelo sigilosos llegaban a la trampa y ¡zooom! Se sentía uno y otro hondazo.

¡Sí, tenemos una! –les ganó en el grito Ali. Claus sacaba aquella hermosa y grisácea tórtola que intentada aletear entre los palitos débiles de su mortal trampa.

¡Chicos, son 2! Alcancé otra con la honda –les decía a una platea de estupefactos nietos que ya corrían triunfantes a su lado, admirando ambas aves cazadas.

¡Qué día! Y eso que recién estamos empezando –comentaba orgulloso Claus.

Continuaron y demás está decir que ocuparon toda aquella tarde en compañía de un Viejo Abuelo que con cariño les compartía una aventura simple pero de magnificencia para todos ellos.




::: Cristtoff WOLFtown :::

De la pequeña Historia que se llevó mi Cuento

De la pequeña Historia que se llevó mi Cuento


Mientras pensaba en mi cuento, sufrí el asalto de una loca historia que se atrevió a llegar toda incompleta portando en sus manitos cada pieza, cual rompecabezas, queriendo obligarme –es un atraco- a tomarla, entregarme y encima acudir en su ayuda; pues me dijo que como en un cuento, su vida había nacido rota, en partes parida y que hoy, al escuchar mis pensamientos había acudido desde algún lugar entre la tierra y el cielo directo a mí, como un Genio a su Aladino, con las ganas de otorgarme toda gracia que yo quisiera, a cambio de su reconstrucción y renacimiento como una historia completa y bella.

Pues heme aquí, aun con la piel erizada del susto, aun asimilando sus gritos con los que se acercó, que más bien eran graznidos. Intentando zafarme de sus tentáculos y, muy de a poco rindiéndome a su pasivo dominio e intentando organizar aquel puzle de mil pedacitos mal fragmentados de los que estaba compuesta y que al azar ponía a mi alcance y disposición, provocando en mí el efecto de comenzar al galope, sin riendas al viento y en ello apretando los dientes, para darle sentido a un tobogán de ideas que de la nada comienzan a brotar ya sin miedos y sin la tensión primera, sino abocadas a ella como si fuese mi historia y mi idea construirla. El cuento..hubo de esperar a un costado, pero reía, pues siquiera él había llegado con tal premura.

Así pues, me encuentro concentrado en mi nueva y pequeña amiga, que como un Hada, fugaz apareció rogando convertirse en una Historia y que, aunque hecha añicos, me tiene desde aquel momento feliz trabajando en su vida.

Ella, toda tierna, en los tiempos de descanso me regala variedad de mimos y se esmera porque no me falte material alguno. Se sienta a mi lado, me lee, corrige y a ratos la encuentro vanidosa ruborizada sonriendo al percatarse de algún piropo que mis manos han dejado escrito como parte de Ella misma.

Pasaron un par de horas, creo -algo perdido en el tiempo me encontraba- y una vez bosquejado el borrador, la toqué al hombro cuidadosamente para despertarla de su letargo, al que rendida tanto por el viaje, como por las horas transcurridas, se había dejado caer en los brazos de Morpheo. Asombrada me miró y de reojo, vi a mi amigo Cuento mirándola anonadado y guiñándome un ojo, como solicitando para él igual prestancia.
¡Muchas gracias, es tal como y yo quería ser! –gritaba alegre y desordenaba hojas sueltas, borradores y lápices desparramados en el cuarto. Volaron hasta las palomas que tras la ventana se habían quedado espiando.

Querida mía –le dije. No sabes lo preciada que para mí ha sido tu visita, revísate un momento a solas, que, si te gustas, ya estarás convertida en mi nueva amiga, ahora toda una Historia.

Adiós, Cris –me decía. Y yo ya no soportaba tanta emoción en mi pecho.

Contenta, con lágrimas en sus ojitos cristalinos se marchó volando y a saltos, orgullosa, diría casi engreída, dejándose ver por todos y cada uno de los transeúntes.

La miré por la ventana hasta perderla de vista. ¡Te ves bellísssima! –oí le gritaban a coro un par de Poesías.

Al rato, tras descansar y dejar que la emoción de este día, me permitiera a mi buen amigo Cuento retomar, me di cuenta de una pequeña nota dejada con su puño y letra:

“Disculpa Cris, temo que tuve que marcharme y muy a prisa. Hiciste de aquella pequeña Historia mi vida y no soportaría quedarme a esperar por mí, mientras ella se me va feliz. La seguiré, pero ya tendrás noticias nuestras, que con ella espero combinar nuestras letras y un feliz final”.





::: Cristtoff WOLFtown :::